Comunidad

Nuestra comunidad de miembros de la red retornó al Ecuador desde diferentes partes de Alemania. Las experiencias de vida que cada uno de ellos acumuló durante los años de permanencia en Alemania son numerosas, y quizás llenaron diarios enteros de anécdotas y aprendizajes valiosos.

 

En este espacio, algunos miembros de la red de profesionales y de la comunidad de Alumni de Alemania en Ecuador compartirán sus experiencias más simbólicas de su tiempo en Alemania.


Vivir en Baviera

Por: Viviana Buitrón


Estudiar en Alemania con la Familia

Por: Oswaldo Moscoso


Alemán como lengua extranjera

Por: Laura Salazar Cotugno

Considero que una de las cosas más complicadas de estudiar y vivir en Alemania es aprender el idioma, con todas las inseguridades que uno lleva encima. En mi caso, llegué a Alemania con un nivel básico del idioma. Sin embargo, gracias a la beca del DAAD recibí un curso intensivo de seis meses en el InterDaF de la Universidad de Leipzig. La verdad, aprender alemán en poco tiempo fue un gran desafío y al finalizar el curso pude rendir y aprobar la prueba Deutsche Sprachprüfung für den Hochschulzugang (DSH) de suficiencia del idioma. Esta prueba es necesaria para que los extranjeros podamos acceder a una carrera universitaria. A pesar de que es una gran herramienta de aprendizaje, aún me sentía insegura para interactuar con la gente en la vida cotidiana. Por suerte, sólo fue cuestión de tiempo para adquirir más confianza con el idioma. En mi caso, esto tomó alrededor de año y medio.

 

Un año después, con la llegada de Diego, mi esposo, el DAAD nos otorgó la oportunidad de que él aprenda alemán. A pesar de que sus cursos fueron en institutos diferentes al Goethe o el InteDaF, consiguió aprender el idioma hasta tener fluidez.

 

El tiempo que se estudia alemán también es una gran oportunidad para conocer gente de países y carreras diferentes a las nuestras. En mi caso, pude conocer otras culturas y hacer grandes amistades.

 

Aprender el idioma es importante para poder integrarse en cualquier sociedad. En el caso de Alemania, es grato saber que sus habitantes valoran el esfuerzo de un extranjero para aprender su idioma y, a la vez, no son tan rigurosos al entender nuestro Alemán aún si no es perfecto. Así que, ahí les va un tip: hay que dejar de lado la inseguridad, e interactuar lo que más se pueda con los alemanes. En mi experiencia, están dispuestos a conocer nuevas culturas y de esta forma permitir que nos integremos a la suya.

 

 


Göttingen: “Stadt, die Wissen schaft”

Por: Alumni Götingen en AEPEA

Göttingen cuenta con un treinta por ciento de población estudiantil entre sus ciento cincuenta mil habitantes. Es un lugar que ha preservado sus tradiciones académicas y del cual han salido varios premios Nobel. Si pones atención, mientras recorres en bicicleta por las calles de la ciudad, encontrarás cientos de placas conmemorativas. En ellas se cuenta quién vivió en las casas antiguas y los años de su residencia. Curioseando un poco, descubres que cada uno de esos nombres pertenece a académicos o científicos renombrados en Alemania y en el mundo, por lo que a Göttingen se la conoce como la Ciudad de la Ciencia.

 

La historia de estos personajes está distribuida por toda el área urbana en monumentos, placas conmemorativas, o calles. En un paseo durante el día, ya sea en verano o en invierno, aparecen pequeñas caravanas que van encabezadas por un cochecito decorado con muchos colores, y que avanza de forma festiva. Quien monta el carrito viste casual y lleva puesto un birrete personalizado hecho de cartón, colorido, y en ocasiones excéntrico. Entonces, quienes la observan celebran el logro, y con aplausos comentan:

 

-herzlichen Glückwunsch! (Felicitaciones)

 

Es que ella o él acaba de defender su disertación.

 

¿A dónde va esta colorida caravana en un día tan importante? Su objetivo: llegar a la plaza central, a la fuente de la Gänseliesel (La Liesel de los gansos, Liesel es un nombre femenino).

 

En Göttingen todos los nuevos doctores después de su prueba final deben cumplir con una tradición: el ritual consiste en ofrecer a la Liesel del pueblo un ramo de flores y un beso. Este acto ha convertido a la Gänseliesel en la chica más besada del mundo, y besarla es algo que todo doctorante buscó durante cuatro años (o más). Dice la tradición, además, que hacerlo antes de disertar te dará mala suerte. En ocasiones, esta celebración coincide entre varios estudiantes, y el centro se enciende. En estos días, la ciudad se convierte en un solo festival, y se pueden observar filas de nuevos doctores que esperan ansiosos su turno para subir al tan anhelado beso.

 

La tradición de la Gänseliesel es antigua. A inicios de los años 1900s, los primeros estudiantes de la Uni Göttingen trepaban a la Liesel para besarla como parte de sus festejos. Por años, esta práctica fue prohibida para los estudiantes ya que representaba un “acto vandálico”. Después de muchos años, y por la insistencia de los estudiantes, esta tradición fue reconocida, pero se la reservó únicamente para los doctores que la Universidad gradúa cada año.

 

En una comunidad multikulti como es Göttingen, cada vez más ecuatorianos hemos vivido la experiencia que representa esta tradición. Y ahora, la señorita de los gansos también recibe besos tricolores.

Ganseliesel at Göttingen

Estudiar y trabajar en Alemania

Por: Alex Ramos


¿Cómo terminé mi Master en medio de la pandemia?

Por: Myrian Jácome